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sábado, 13 de mayo de 2017

un encuentro desencuentro y el sacrificio de las trufas




Fue entrar en el Hope y ver las dos imágenes enfrentadas. Por un lado el cartel invitándote a disfrutar y por el otro la mujer haciéndolo.

Luego, los clientes del local me mostraron que hay muchas maneras de aprovechar los días.

Primero escuché a un tipo con una barba desarreglada de mas de una semana, con el vaso en la mano que parecía que era parte de él, que le decía a su acompañante "El ratito de las copas me prepara para volver a casa. Mi mujer y yo fuimos felices veinte años, luego nos conocimos".

No era mala manera de definir una relación fracasada.

Y al llegar a la barra quedé cerca de dos mujeres de cerca de los cuarenta (no me hagáis caso, soy un desastre acertando edades, eso si; dieciocho ya no tenían), una de las cuales estaba saboreando una trufa.

* Veo que tomas mucho chocolate, le dijo la amiga.

* Sacrificio necesario para mantener alguna redondez, le dijo la chocolatera risueña.

* ¡Dura es la vida!

* ¡Y que lo digas! ¿Quieres una?

Y se rieron las dos atacando una trufa cada una.

Ni remordimiento ni culpa, todo risas.


16 comentarios:

  1. Yo soy de las que tomo todos los días un poco de chocolate, para mantener mi propia dosis de risas :)

    Besitos !!

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    1. Nieves: Las dos cosas son recomendables; chocolate y risas.

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  2. ¿Recuerdas que hace poco decíamos que "amante" y "dueño" deberían figurar en el diccionario como antónimos? Pues lo mismo pasa con Las palabras "chocolate" y "remordimiento", que son como "bueno" y "malo" :D

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    1. Ángeles: Esa es una tarea a emprender. Alejar el remordimiento cuando se hace algo que agrada. Nada que nos proporcione placer debe proporcionarnos remordimiento.

      Añado, yo tendría remordimiento si renunciara al placer.

      Y si, chocolate bueno, remordimiento malo.

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  3. Muy triste esa relación que lleva años naufragando, mejor hubiera sido quedarse con los 20 felices.
    ¿Remordimiento y chocolate? Eso tiene que ser imposible, el chocolate es un placer.

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  4. Conxita: Los veinte años felices fueron desde nacer hasta los veinte, se refiere a la época solteros. A los 20 se conocen y.....

    Exactamente, los placeres no deben darnos remordimientos. Siempre es recomendable que sean bienvenidos.

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  5. Tomar unas copas para olvidar el tedio que hay en casa es algo muy frecuente...

    Yo soy la de la trufa,totalmente...jajjaajaj
    Lo buenas que están!
    :D

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    1. Carmen: Alguna gente que hace eso si que he visto. Pero no se atreven a cambiar lo que es evidente que no les es suficiente.

      Y lo que está bueno tiene que conservarse cerca.

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    2. Sí,la zona de confort y sus trampas...

      Me acabo de comer dos onzas de chocolate! pasaban cerquísima de mí y...
      Ñam!

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    3. Carmen: Hay gente que necesita trampas para no tener que explicar su falta de atrevimiento.

      Así debe ser, y si no que no hubieran pasado.

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  6. Aquí suscribo lo que comentaba Ángeles en la siguiente entrada, que la vida como el chocolate no deberían de disfrutarse con remordimientos. Pero a la vez, es tan humano tenerlos...

    Yo me comería esa trufa con un poco de nata y al garete las dietas XD

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    1. Lua: Hay cosas humanas que se pueden ir perdiendo.

      Una vida en la que se disfruta es una buena vida.

      Muy buena elección, el toque de nata remata. Imposibles los remordimientos.

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  7. Aquellos que tienen remordimientos y/o culpas no se merecen las trufas.

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    1. Por cierto, me gustan mucho las dos imágenes de este día.

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    2. Alicia: Esa sería una verdad a incluir en las verdaderas.

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    3. Alicia: Mira que casualidad, a mi también. jejejejejeje

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